Por Nicolás Omar Rios
La ciudad en tratativa para posicionar bajo un eslogan de fantasía parece desvanecerse día tras día; barrios aledaños del centro cívico totalmente abandonados sin alumbrado público por ejemplo o con un servicio de agua potable en condiciones para consumo humano. Agregando la preocupante situación que ya se volvió habitué –lamentablemente- sobre la faltante de combustible en la principal estación de servicio ubicada en pleno corazón de la localidad.
Sí bien, como comunicador y director de un medio digital independiente venimos haciendo hincapié en estas razones bajo un total desinterés para la cúpula ejecutiva municipal en resolverlo. Gobierno municipal poniendo en agenda inversiones millonaria en 4 manzanas bordeando plaza centenario, mientras los reclamos van en creces sin oportunidad a ser escuchados o denunciados correctamente. Hoy la casa del pueblo bajo llaves, intendente que luego de ganar las elecciones jamás ha pisado nuevamente a barrios. Hace días, en 25 de Mayo vecinos se reunían para manifestar diversas situaciones entre ellas la más preocupante a raíz de un caso advertido por estudiantes universitarias que deben cortar camino por una zona totalmente inhóspita ganándole a la luz de sol –natural- para no caer en penumbras en dicho trayecto a volver a sus hogares, jóvenes solicitaron iluminación y mejoras en ese recorrido, sin que nada haya acontecido. Mencionando incluso, las reiteradas interrupciones del suministro de agua potable, y en ciertos hogares sin la posibilidad de ese servicio esencial.
Las solicitudes laborales van en aumento, un frigorífico que acaba de cerrar con esa eterna promesa y celebración de hace unos meses dando inicio a una perspectiva de productividad comercial que jamás existió, por todo lo contrario. Razones netamente estructurales; problemas habitacionales a un sin tratativas, concejales del bloque Frente de Todos elevaron un proyecto para acompañar a las familias en precarias condiciones de barrio vulnerables y nada de eso avanzó.
A todo esto; y como si fuese poco, sin nafta por varios días en toda la ciudad. Dirán en este caso es competente de un privado, pero como privado debemos sujetarnos a normas más aún cuando se habla de un servicio necesario para la movilidad diaria, asimismo dicha empresa no quiere aceptar el pago con debito automático llamando la atención esas inacciones de las autoridades para revertir este atropello al consumidor local.
Una ciudad sin trabajo, sin agua, sin luz, sin viviendas y sin nafta no puede catalogarse como un punto referencial a visitar; sí lo hacen aquellos familiares que por razones ya mencionadas buscan un futuro mejor lejos de casa, lejos de Santa Elena.
Fotografía & escrito: Nicolás Omar Rios